Nuevos colores, nuevas caras y nuevas metas.
Era un año de cambios para el equipo, que ya contaba con un año de experiencia en la categoría Profesional Continental y una gran vuelta.
Volta a la Comunitat Valenciana era la primera cita del calendario 2019. El equipo llegaba con ganas y asumió responsabilidades cuando el liderato de la montaña alcanzado corría peligro. Finalmente, Diego Rubio se llevó la clasificación secundaria sumando tres jornadas en fuga.
En Vuelta Andalucía, Vuelta Murcia y Clásica Almería pasaron algo más desapercibidos, pero las fechas clave estaban todavía por llegar.
Volta Catalunya (WorldTour).
Después de un 2018 que dejó buen sabor de boca con un segundo puesto parcial para Diego Rubio en Torrefarrera, el equipo volvía con ganas de hacerlo bien y demostrar una actitud combativa entre los mejores equipos del mundo.
Fotografías para FSA que desarrolla un nuevo grupo electrónico.
Siguiente parada WorldTour: Itzulia. 
Carrera dura, tanto por las condiciones meteorológicas y las dificultados orográficas como por el cartel en el que figuraban corredores de la talla de Mikel Landa (Movistar Team), Emanuel Buchmann (BORA-Hansgrohe), Jakob Fuglsang (Astana Pro Team) o Julian Alaphilippe (Deceuninck - Quick Step).
Mi último compromiso con el equipo fue el Tour de Turquía. Una prueba pensada fundamentalmente para velocistas que este año incorporaba un final en la estación de esquí de Kartepe (Kocaeli) (12,2 kilómetros al 9,1% que tuvieron que acortarse dadas las condiciones climatológicas). 
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